Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.

miércoles, 10 de junio de 2009

Ya están aqui

Al igual que ocurrió en el pasado, ellos han vuelto, ahora tienen otra misión, colonizar la tierra, y empezarán por la sierra de Madrid, gracias a los últimos informes de Luis Connor hemos podido identificar a dos de ellos, son identificados como Limoneitor y Pequeñineitor, y poseen armas muy peligrosas capaces de someterte a duras condenas, huid mientras podais!!!


sábado, 7 de febrero de 2009

Toma, toma toma!!!!!

Siii oohhh siiiii ooohhhh siiiiiiiiiiiiiiii






martes, 3 de febrero de 2009

Anteriormente en Segovia...

Siguiendo con la recuperación del blog voy a poneros dos videos del pasado verano cuando me fuí con Luis y Juan a unas presillas de Segovia, allí presenciamos las manualidades de Juan,quien construyó con mucha paciencia un barquito velero, no sin antes pasar alguna que otra calamidad...



lunes, 2 de febrero de 2009

Retomando

Bueno,pues a petición de un@s poc@s, y sin que les falte la razón, voy a intentar que esto reviva, de momento pongo el video que Luis le hizo a Sandra por su cumpleaños, está en baja calidad, pero es igual de emotivo y gracioso, esperemos que su autor lo vuelva a subir. Desde aqui quiero tranquilizar al Pater, puesto que está nervioso por si le meten en chirona al utilizar una canción con copyright para este video, decirle que no hay problema, sólo lo han censurado en algunos paises como EEUU,asique no te demandarán(Explicación:todos usamos la cuenta del Pater de youtube para subir videos)

martes, 2 de diciembre de 2008

Visita al Calderón

El pasado fin de semana, unos cuantos se fueron a ver al Atleti, aprovechando el momento para quitarse las máscaras madridistas y culés:

Entre tanto se producian calificaciones de "vendidos" por parte de alguno que más le valdría estar callado, ya que pese a intentar confundirse con el ambiente disfrazado de Wally,su inconfundible cazadora le delató, Juanin, te han pillado!


jueves, 27 de noviembre de 2008

Verano del 2008

Ya que avandoné este mundo durante un gran periodo de tiempo, aqui os dejo un magnífico resumen fotografico del verano hecho por Luis, del que por más que lo ves, nunca cansa.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Marrecos. Volumen II

Día 26: Nos pusimos camino al desierto, haciendo una parada casi al llegar en Erfoud, pueblo donde vive el que debió ser nuestro guía, allí estuvimos viendo como es el proceso de desenterrar un fósil, y los usos que luego le dan, comerciales todos ellos claro. Llegamos al desierto, quien nos iba a decir que iríamos de rally con nuestro palio, y mucho menos conduciendo la Fátima, poniendo el coche a dos ruedas, haciendo trompos, incluso levantamos en un par de ocasiones las cuatro ruedas del suelo. Milagrosamente conseguimos llegar a una casa en medio del desierto, con nuestros turbantes a la cabeza, los habíamos comprado a la entrada del desierto, y de no ser porque le paramos los pies a Juan, hubiésemos llegado montados en alfombra mágica y todo. Nada más llegar tuvimos una gran acogida, los chavales que llevaban el negocio eran bastante enrollados e hicimos buenas migas con ellos, y enseguida empezó Juan a aprender nuevas formas de ponerse el turbante junto a nuestro tímido amigo Habib, o Javivi como le llamábamos nosotros. Después de que cenásemos en el salón todos juntos, empezó la fiesta, lo que veníamos deseando desde muchos días atrás, bailotear un poco, y allí se pusieron los colegas con sus instrumentos, djembés, tambores….a tocar y cantar mientras los demás les acompañábamos con palmas, intentando seguir el ritmo, afectados por los pitis relajantes, a partir de ahora los llamaremos “brum-brum”, que después de la arena, yo es lo que más vi en el desierto. Esa noche, y las dos siguientes, (al término de la noche decidimos ampliar nuestra estancia un día más, estábamos como en casa de Juan, desde este momento también se le empezó a llamar Marajá, comiendo como los romanos.), dormimos en jaimas en medio del desierto, viendo tan solo estrellas a nuestro alrededor. Eso si, antes de dormir tuvimos que darle una buena sacudida a nuestras camas, puesto que estaban llenas de arena de una tormenta que hubo mientras estábamos de fiesta.


Día 27: Esa mañana salimos arrastrándonos de las jaimas y fuimos a desayunar, todo el que piense que el desierto es desértico, ¡está equivocado!, ¡tienen cola-cao para desayunar! Para no pasarnos todo el día tirados, los árabes no tienen ningún problema en hacerlo, nos fuimos a un pueblo cercano, Rissani, a dar una vuelta por el mercado, entre dátiles, especias, unos paquetes de menta que compramos y al llegar aquí nos hemos dado cuenta de que nos han timado y son hierbas del campo, cabezas de vaca despellejadas y llenas de moscas, entramos en una tienda a lo que creíamos era echar un vistazo, más tarde nos dejamos 200 pavos en el mismo lugar, allí nos pillamos unas túnicas y le echamos el ojo a algunas teteras y puffs, mientras Juan hacía sus primeros pinitos como fisioterapeuta con un jubilado que hacía karate y le debían zurrar a saco. Sin pasta y con mucha prisa nos teníamos que ir, a por “brum-brum” con Musta y al ‘oasis’ con Nourdine, así que el pive nos fió las túnicas y partimos de nuevo al desierto. Y por fin montamos en camellos, una caminata de hora y media a través de las dunas, en dirección a un supuesto oasis donde dormiríamos esa noche, y digo supuesto porque uno escucha la palabra oasis y se imagina que menos que un poquito de agua y unas palmeritas en medio del desierto, pues no, allí sólo había cuatro palmeras y unas cuantas jaimas de nómadas, entre las que estaban las nuestras. Ese día nos solidarizamos con Nourdine e hicimos Ramadán con él, un poco obligados, ya que el cocinillas era el, y allí todo lo hacen ‘guajamente’, así que como hacían ellos, hasta la 1 de la mañana no cenamos, para ellos era su comida. Antes de cenar el tío se curró un té y se puso a preparar y cocinar el tajin de carne picada, uno de los mejores que hemos comido por Marruecos. Como no parábamos de brum-brum, teníamos un hambre que alucinas, hasta que ya por pesados, nos sacó lo que hasta la fecha me parece el dulce más delicioso del mundo, dátiles con yogurt, una maravilla. Después de cenar y de la sobremesa, tras brum-brum y brum-brum, a las 3 de la mañana, cuando ya no podíamos más, nos sacó lo que para ellos era la cena, casi no puedo recordar lo que había, se que dátiles si, porque me puse ciego, y un batido muy rico, que entre otras cosas nos hizo dormir como la seda, sin importarnos los escarabajos del tamaño de una pelota de golf que correteaban por nuestro alrededor.


Día 28: Esa mañana nos levantamos con el ruido de los camellos y nos pusimos en marcha de vuelta a la kasbah, en más de una ocasión temí caernos con los camellos por las dunas, ya que los conducía Azahara y seguía empeñada en hacer rally con cualquier medio de transporte. Cuando llegamos nos dieron de desayunar, un desayuno que a la vez nos sirvió de comida, una magnífica pizza bereber que nos dio fuerzas para lo que seria el regateo más feroz. Así, fuimos al mercado del día anterior a dejarnos la pasta, menos mal que a Juan le salió el cliente espontáneo y con sus observaciones fisioterapéuticas nos redujo el precio final. De camino a lo que seria nuestra 3ª noche en el desierto, compramos los útiles para hacer una tortilla de patatas, algo que la Fátima tenia en su lista de ‘cosas para hacer en la vida’, hacer una tortilla de patatas en el desierto, la del rally ya la pudo tachar los días anteriores. Allí nos plantamos Ali Baba y yo, en la cocina, brum-brum a brum-brum, mientras Azahara cocinaba con la ayuda de los autóctonos, una ayuda que se convertiría en acoso por parte de algún merodeador, al que la Fátima no tardó en largar. Tras la cena riquísima que hizo Azahara, nos echamos unos bailes y negociamos el final de nuestro viaje con el guía, cambiándole los planes que tenia desde un principio de ir a su pueblo, Essaouira, y es que teníamos que hacernos 800 kilómetros para estar un día, así que decidimos ir subiendo a Marrakech y parar en el valle del Draa los dos días que nos quedaban, aquí empezó a torcérsele el viaje a Omar, el guía. El que llegásemos a una solución se lo tenemos que agradecer a Hassan, en director de cine árabe al que a Juan le daba mal rollo porque decía que parecía un Jeque o un Sultán, ya que fue el que nos recomendó ir al valle del Draa. Tras estar un buen rato de brum-brum, nos fuimos a las jaimas cuando ya no podíamos más, no sin antes darnos un buen susto al pensar que habían envenenado a Azahara o algo así, ya que la intentábamos despertar y no reaccionaba, nos costó varios minutos el saber que no se despierta hasta que la tocas en el punto clave, no lo revelaré por si ella decide mantenerlo oculto.



Día 29: Nos despertamos de lo que sería nuestro fin del viaje al desierto, con el guía bastante serio partimos en dirección al palmeral del valle del Draa, intentamos animarle con unos bailes saharaouis que habíamos aprendido mientras escuchábamos la cinta de gasolinera que compramos el primer día. En el camino tuvimos que parar a echar gasolina, quien nos diría que se convertiría en una fuga de la policía, y esque al vernos con un guía sin carné de tal, pues le ponen un paquete, así que qué decidió, pues pisarle al acelerador, mientras no dejaba de mirar hacia atrás por si nos seguían, tal era su paranoia, que nos metió por un camino de cabras que cortaba un río enorme, así que su jugada de despistarles por otro camino le salió mal, menos mal que ni nos estaban siguiendo ni nos querían hacer una encerrona ni nada, simplemente anotaron la matricula, rezaremos para que no llegue ninguna multa por fuga. Sin más sobresaltos llegamos a la kasbah de un pueblecito todo hecho de adobe y rodeado de un palmeral enorme. Fuimos directos a la jaima del lugar a esperar que nos trajeran nuestro té de bienvenida, allí pasamos el resto de la noche, recibiendo visitas esporádicas de unos hogareños mientras Omar estaba to tirao escuchando canciones melosas. Lo mejor que hizo en todo el día fue pedirme unos dátiles esa noche. Sin más nos fuimos a dormir, observando unas pocas moscas en la habitación, nos estaban avisando de lo que iba a ser el día siguiente….


Día 30: Esa mañana me desperté sobresaltado, rápido eché un vistazo a mi alrededor y vi la cara de Juan tan desencajada como la mía, nos habían despertado unos gritos aterradores, golpes y arañazos en las paredes, acompañados de palabras malsonantes que provenían de la boca de Azahara, una boca llena de espuma provocada por la rabia que ocasionan cientos de moscas revoloteando por todas partes de tu cuerpo, metiéndose incluso por las narices. Lo más puteado que uno se puede levantar, así, nos fuimos a desayunar a la terraza, las maravillosas vistas del palmeral se vieron jodidas por estos insectos tan desagradables. Huimos lo más rápido posible de ese angosto lugar en dirección al siguiente pueblo del valle, antes pasaríamos por un oasis, que tampoco era tal, porque los oasis yo los entiendo como que están en medio del desierto, pero bueno, sus palmeras y su río si que había, fue un lugar bastante tranquilo, que sirvió para que el guía parase a rezar y a echarse una siestecita, parecía que se había declarado en huelga y el cabrón lo único que hacía era dormir. Poco después llegamos al pueblo donde pasaríamos la noche, intentando dar un paseo por el lugar, pero la falta de luz nos impidió caminar en otra dirección que no fuese en línea recta desde el lugar donde dormíamos. Como no, el té de bienvenida nos lo tomamos en la jaima del lugar, no sin antes haber regateado 5 euros el precio de la habita. Muertos de hambre cenamos a las 8 de la tarde, y nos hicimos coleguitas de unos camareros que nos sacaron unos vinitos, eran nuestras primeras gotas de alcohol de todo el viaje. Esa noche dormimos poco, Juan y Azahara seguían enfermos y me pasé toda la noche en vela cuidándolos.


Día 1: Tras un temprano desayuno en la terraza, estábamos ya listos para terminar lo que seria nuestro último día con el guía cuando aparece por la puerta y nos dice que se a cargado la llave del coche, partiéndola asombrosamente dentro de la cerradura. Nosotros nos lo tomamos como nos habían estado enseñando, guajamente, ya que aún nos quedaban 3 días en Marruecos. Omar se puso manos a la obra para intentar salir cuanto antes, ya que quería dejarnos en Marrakech e irse directamente a Essaouira. A la media hora apareció un “mecánico” con una bolsa con alambres con los que se suponía iba a arreglar todo el desaliñado, en poco menos de una hora había desmontado la puerta, sacado la llave y recomendado una solución: hacer un puente. Así que si ya habíamos huido de la policía, solo faltaba que nos parasen ahora y vieran que íbamos con un puente hecho al coche. Al retraso que llevábamos en nuestro viaje, se sumó que empezó a llover y el magnifico mecánico, al hacer el puente, jodió los cables del limpia y no funcionaban, por lo que el guía cada 5 minutos tenia que parar el coche para limpiar los cristales con unas camisetas. Todo esto hizo que le pisara al acelerador por unas carreteras que me río yo del Dragon Khan, provocando en más de una ocasión los gritos de pánico de Azahara y míos mientras Sir Juan dormía plácidamente. Al final conseguimos llegar a Marrakech, despidiéndonos del guía pagándole lo acordado más un móvil, se fue bien servido para haberse pegado unas vacaciones pagadas más incentivos por nosotros. Fuimos a dejar las mochilas al hostal, aquel que parecía un loquero, menos mal que la terraza y las vistas lo compensaban, y fuimos a que la Fátima conociese la movida de la ciudad. Ya llevábamos muchos días por Marruecos y estábamos bien enseñados, ya sabíamos quienes nos pedirían dinero, quienes nos agarrarían del brazo, quienes nos pondrían un mono a la chepa, y también sabíamos las técnicas de defensa y evasión a utilizar en cada momento, lo que trajo una bronca de Juan con uno que le pedía pasta por indicarle donde comprar tabaco, (locales 0 – 1 visitantes). Después de hacer bastante hambre paseando por los zocos, nos pillamos unos kebabs y nos los comimos en la terraza del hostal, contemplando todo el gentío desde las alturas. Tras unos brum-brum, nos fuimos a dormir a nuestra celda.


Días 2 y 3: Eran nuestros últimos días y los pasamos guajamente por la ciudad. Esa noche solo podíamos ver babuchas cuando cerrábamos los ojos, ya que Azahara se empeñó en unas que en realidad eran unas manoletinas, o zapatitos de bailarina como lo llamábamos nosotros, lo menos pasamos a 25 tiendas para buscarlas y en ninguna había, mientras Azahara se las probaba Juanin y yo alucinábamos con las tiendas de lámparas y sus colorines.

En algún momento del día Juanin se hizo un colega que nos llevó amigablemente a un mercado de subastas berebere, el truco está en que mientras andas por callejones durante largos minutos pensando, que bien, subastas del pueblo berebere, te está llevando al mismo centro del barrio de los curtidores, y sin darte cuenta te plantan un buen puñado de menta fresca para que utilices a modo de mascarilla, parecía que nos adentrábamos en Chernobil por lo menos, era donde hacían todas las pieles, y hasta que las arcadas nos lo impedían, pudimos ver como era todo el proceso, habiendo piscinas llenas de mierda de paloma, por ejemplo, o montones de pelos rodeados de cientos de moscas, como si de un juego de Resident Evil se tratara, conseguimos salir de allí tambaleándonos, lo gracioso fue cuando nos pidieron pasta por la ruta, pero sabíamos técnicas evasoras. Esa noche repetimos la misma operación que la anterior para cenar, y lo mismo para la sobremesa.

Al día siguiente, como Azahara se había quedado con ganas de las babuchas y quería comprar algunos regalitos, decidió madrugar y darse un paseo, mientras yo me pelaba con Juan al no dejarme dormir, durante esos días fuimos protagonistas de un par de capítulos de Escenas de Matrimonio. Para hacer tiempo fuimos a desayunar enfrente, unos zumitos ricos ricos, mientras esperábamos que volviese Azahara, que no vino sola, se había echado un colega que quería endosarla un tapiz. Después nos fuimos todos a ver el museo de artesanía, nuestra última visita en la ciudad. Fuimos al hostal a por los equipajes, y tras una discusión con los encargados del mismo porque salíamos a las 4 en vez de a las 12 y nos querían hacer pagar un día más, nos pusimos de camino al aeropuerto, donde finiquitamos los brum-brum y tras ser cacheados de arriba abajo nos volvimos a los madriles.


fotos

jueves, 9 de octubre de 2008

Marruecos. Volumen I

Día 17 de Septiembre de 2008: Comienza mi viaje a Marruecos junto a Juanin, pronto seriamos Ali Baba y Mustapha.
Llegamos a Marrakech sin saber que hora era, y fuimos directos al primer autobús que vimos, con la suerte de que pasaba por nuestra plaza, Djemma el Fna, eso parecia Sol en plenas navidades, pero a lo gonzo. Sorteando monos, serpientes, motos kamikaze… fuimos en busca de nuestra posada, un buen Riad en el que después nos sablarian con una cachimba. Llegamos gracias a una maravillosa persona que nos llevó entre callejones, al cual le pedimos una vuelta de primer contacto, tomando un te a la menta buenísimo. Más tarde decidimos dar una vuelta por la plaza, lo que se convirtió en una experiencia inolvidable, este momento lo llamamos “locura Juan”, enseguida se mimetizó y cuando me quise dar cuenta ya estaba disfrazado como uno de ellos, no le faltó de nada, ni el mono al hombro. Bastante hambrunos decidimos ir a comer, era un lugar en donde numerosos chiringuitos como diríamos aquí, se peleaban por que comieras en uno de ellos, aquí empezaba otra lucha, la nuestra con nuestros estómagos y las especias. Terminada la cena nos dimos un paseo por la medina, perdiéndonos entre sus miles de calles iguales, con millones y millones de tiendas. Entre mirar y mirar uno nos debió ver pinta de curiosos, y nos llevó al lugar donde fabricaban las babuchas, adiós a la idea de trabajar en buenas condiciones. El camino de vuelta fue entretenido, entre caballos lanzando mordiscos a los motoristas y los niños susurrándote “¿hachis?”, conseguimos llegar sin saber como a nuestra habitación. En este momento decidimos hacer este diario.

Día 18: Despertamos a una buena hora, nuestras tripas ya nos empezaban a avisar de que el cambio había sido brusco, (hay platos que ellos solos tienen 45 especias), decidimos fumarnos un piti energético, junto a una barrita energética, o alimento para pájaros, como decían Juan y Azahara, pronto se bautizaría como “La Fatima”. Nos fuimos de paseo, a ver que nos ofrecía Marrakech de día, y conseguimos llegar a un palacio superimportante que luego resultó que no eran más que unas ruinas, palacio el Badi se llamaba. Vimos desde fuera un par de mezquitas, la de Quessabin y la de Coutouvia, y cuando nos dimos cuenta estábamos en el barrio judío. A la vuelta pudimos ver un mercado, hasta ese momento creíamos que lo del cuscus era pollo, desde entonces miramos con otros ojos a las palomas. Ese día comimos por una de las calles del zoco, y ya empezamos a preparar nuestra escapada a la playa, caminando hacia la zona nueva en busca de la estación de autobuses, antes de encontrarla nos dimos un atracón de dulces marroquíes con un te. A la vuelta nos perdimos intentando pasar por una mezquita que jamás encontramos, pero q si veíamos. Terminamos la noche debatiendo los planes futuros en una terraza con vistas a toda la plaza, debatiendo si pillar un viaje al desierto o no a la vuelta de Agadir, la playa. Decidimos no pillarlo, después nos dimos cuenta que fue una acción acertadísima.

Día 19: Juan se despierta con hambre y baja corriendo a desayunar. Salimos a las 10 con la misión de llegar a la playa, antes decidimos pasar por un hostal para reservar una habita dentro de dos días. Al no hablar ni papa de árabe y no entender nada del francés de la señora que allí estaba, decidimos dejarlo. Pillamos un taxi, no sin antes regatear el precio, a la parada de autobuses, no entiendo porque no están en las cocheras y no por todo el medio, haciendo eso un lugar caótico, un lujo comparado con el sitio que nos esperaba. Nos esperaba un viaje de algo más de 4 horas en el que el único guiri era yo, Juan ya era uno más. La espera a que saliera el autobús fue algo más larga de lo deseado, desconfiando de si al llegar estarían nuestras mochilas o no, menos mal que cada cierto tiempo pasaba alguno vendiendo cualquier cosa,entreteniendonos, nunca faltaban las babuchas.

Cuando se suponía que estábamos llegando a Añadir, no! Nos estaban dejando en un pueblo de alado, que es el centro regional de transportes, Inezgane, llamado por nosotros “Ogame”, aquí, aparte de sentirte el más observado/a si eres rubio/a, se puede contemplar un tetris gigante formado por cientos de taxis. Antes de poner un pie en suelo desconocido, ya teníamos taxistas esperándonos, mandé a Juan a negociar, y cuando temía ya por mi vida le hice la seña de pillar un taxi enseguida. Ya en Agadir decidimos llenar nuestros estómagos y antes de buscar habitación nos fumamos un piti relajante en la playa, unos cuantos. Este pueblo lo llamamos el “Puerto Banús de Marruecos”, conociendo a gente muy maja, como la chica que Juan decía que me veía como un pastelito, o la recepcionista del hotel, uno de los lujos que nos dimos, junto con una cena en el paseo marítimo con espectáculo incluido.

Día 20: Bajamos a las 10 a desayunar, no sin antes pegarme con Juan para que se levantase. Fueron días de andar, después llegarían los días de jaimas. Nos dimos un paseo por la playa, a la ida hablamos con un masajista y fue nuestro “primer contacto” con la policía, llegando a territorio militar y teniéndonos que conformar con unas dunas de mentira alado. A la vuelta nos propusieron nuestro primer intercambio unos hippies, una camiseta por un viaje en moto acuática, el agua estaba muy fría. Para comer comimos a lo guiri, un buen filete con patatas. Para la cena le preguntamos a un currela del hotel donde estábamos, y nos llevó a uno de los mejores sitios donde hemos comido en todo Marruecos, Duffy. Aquí se empezó a cocer un nuevo giro en nuestros planes, llegando un mensaje a Juan de que el guía estaba en Marrakech, donde llegábamos al día siguiente. Nos fuimos a la cama todo contentos, nos fumamos un piti relajante y nos vimos una peli.

Día 21: fue una mañana tensa, desayunamos sabiendo que nos esperaban días de negociaciones, y empezamos llamando a Ali, el que supuestamente seria nuestro guía, quedamos para el día siguiente con el, ahora nos esperaba un viaje de vuelta bastante cómodo, cogiendo un taxi a la puerta del hotel y viajando en un autobús muy bueno. Con el estómago de Juanin apunto de comerme, llegamos a Marrakech y compartimos un taxi con unos guiris que parecían perdidos. Al llegar fuimos a buscar habita, encontramos una por 7 pavos y medio con ducha calentita y a Juan le parecía caro!! Por sus huevos que encontrábamos uno más barato, por 5. La habitación parecía de un loquero, todo del mismo color menos las camas, que tenían un olor bastante fuerte,eso si, las vistas eran increibles….

Cenamos en la plaza, y Juanin intentó entablar una conversación con una niña que vendía cleenex, tuvimos que hacernos pasar por gays para que Juan no tuviese que quedarse a vivir en Marruecos, casarse con una niña, y convertirse al Islam. Nos recorrimos de nuevo los zocos, esta vez le tocó el turno a los vendedores de lámparas y a un hombre saharaoui muy majete que nos enseñó y nos explicó los símbolos de las alfombras que hacían las mujeres a mano.

Día 22: Al no incluir la habita el desayuno, sólo teníamos que cruzar la calle para tomarnos un zumo de naranja natural 100% en la plaza, por sólo 30 céntimos más o menos. Nos dimos un paseo por los zocos, denominado ya a estas alturas “paseo loko”, visitando esta vez una tienda de especias, millones y millones de productos. Comimos cerca de la plaza, seguro que tajin o cuscus, este día nos lo pasamos entero con las mochilas, porque por la tarde habíamos quedado con Alí y no sabíamos cuales serian nuestros planes más cercanos. Para hacer tiempo fuimos a un parque algo retirado a fumarnos un piti relajante, aunque a mi sólo consiguió ponerme nervioso. Nos fuimos a una terraza a tomar un te, (si, a sido un viaje de desintoxicación, ni una mísera cerveza), a ya por fin quedamos con Ali, nos dijo que el guía seria su hermano, de 22 años, y nos acompañó a un hostal para dormir esa noche por 5 euros, aquí pudimos contemplar más de cerca algunas de las costumbres marroquíes, como la de ir al baño, ese conocidísimo agujero en el suelo con una manguera y un cubo alado…nos dimos una vuelta y fuimos a cenar con los colegas de los puestos de la plaza.

Día 23: Nos despertó un pive alegando que nos teníamos que cambiar a una habitación de 3 porque ese día venia Azahara!! Nos fuimos medio sobaos a una terraza de la plaza a tomarnos un te y un café, y ya puestos hicimos de guías a unos españoles que estaban algo perdidos. Comimos por una de las calles y nos fuimos a pasear por ahí, uno de esos paseos de Juanin que se lía a andar andar andar y llegas a un lugar lleno de tíos, que parecían algo estresados, con mucha prisa y formando un grupo de cientos de personas, tu piensas que te van a echar de ahí porque es una mezquita o un “lugar sagrado” o vete tu a saber, pero la curiosidad de Juan te hace comprobar que estás en…un partido de fútbol! Quedamos con Ali para ir a recoger en 4x4 a la Fátima, (Azahara), y sin darla tiempo a dejar la mochila la plantamos en medio de dos negociaciones en una, por un lado estaba Ali con un colega, que decía que iba a ser nuestro guía porque el hermano de Ali estaba currando, y por otro lado teníamos al dueño de una empresa de alquiler de coches. También estaba otra persona que no se quien era y que no hablaba. Todo desembocó en que Fátima, pálida y algo nerviosa, perdió todo el dinero que traía en pagar el alquiler del coche. Al final todo salió bieb y nos fuimos con ellos y otro pive que parecía un sultán a un hotelazo con piscina, jaimas, tumbonas, amacas, palmeras….y que encima estaban rodando una película, ’24 horas Marrakech’, nos enteramos que el sultán era uno de los directores, nos prometieron un te que nunca llegó, y muertos de hambre nos fuimos a cenar ya los 3 a la plaza, a q Azahara disfrutase de la calida bienvenida de los lugareños, las serpientes, los cuentacuentos, las tatuadoras de genha. Intentamos dar un paseo, pero no había nada ni nadie ya por las calles, así que nos fuimos a dormir.


Día 24: Comienza nuestro viaje hacia el sur, quedamos con Omar, el guía, y partimos en dirección a Ouarzazate, cruzando el impresionante Atlas. Al llegar a Ouarzazate, intentamos comprar algo para comer en el camino a las gargantas del Dádes, donde dormiríamos.

Maldita la hora en que compramos una barra de pavo con multitud de especias que le daba un color rojo fúnebre, lo llamamos “Playdock”, fue el detonante entre Juanin y su tripa, haciéndole pasar verdaderos momentos de estruendo. Entre montañas y carreteras serpenteantes, llegamos a las gargantas, a un hotel alado del paso de las gargantas, separados por un río. Omar nos invitó a cenar con el y los dueños y encargados del hotel, nos pusimos las botas, sin saber que eso era una merienda y después vendría la cena. Más tarde nos enteramos de que los árabes en Ramadán desayunan a las 7 de la tarde, comen a las 12 de la noche, y a las 3 de la mañana cenan. Después de llenar los estómagos nos fuimos a una terraza apartada del hotel donde vimos el mayor número de estrellas que jamás habíamos visto, apreciando incluso las nebulosas, nos fumamos unos pitis relajantes y escuchamos las historietas del guía. Nos dormimos prontito y bastante relajados.



Día 25: Esa mañana la tripa de Juan no le permitió levantarse, y Azahara y yo nos fuimos a desayunar, nos pusieron cola cao!! Y unas tortas que estaban buenísimas, al enfermito le llevamos agua con limón. Nos pusimos en camino a las gargantas del Todra, haciendo una breve parada en una colina a lo alto de un pueblo todo de adobe en donde habían rodado partes de Gladiator, en donde dormiríamos a la vuelta. Una vez que llegamos a las gargantas, esta vez si que paseamos entre medias de ellas, cruzando un río piedra por piedra, cuando nos dimos cuenta estábamos rodeados de gente, unos querían ayudarnos a cruzar, otros nuestra pasta, otros nuestro papel, medio librillo del de 300 que se llevó el menda…Azahara huyó corriendo a las montañas, teniendo que escalar y no sabiendo después como bajar. Decidimos irnos ya a la Kasbah a cenar, eran días de un Ramadán adaptado que nos hicimos nosotros, desayunábamos fuerte y ya hasta la cena na de na. Aquí empezaron los momentos ‘jaimas’ estando too tiraos esa noche en la del hotel hasta que nos echaron a dormir.

miércoles, 2 de julio de 2008

Viña Pipi 2008

Ya puedo olvidarme de que no fui al Viña 2008, dejando atrás aquel al que no pude ir, decidí que no volvería a pasar, aunque me coincidiese de nuevo con un acto familiar, y no me arrepiento en absoluto. Partimos el jueves un coche al completo, y lo que era un viaje hacia un festival, parecia uno del inserso, lo siento por Juan, Elena, Jorge y Luis, pero no hacia un viaje tan abstemio desde que me iba con mis padres a la playa, aunque no por ello dejó de ser entretenido...menos mal que el Viña nos animó a todos, aunque no nada más llegar, cuando nos vimos con el 4º imprevisto, que la zona de acampada no era libre, tenias que tener pulserita, (después vimos q colarse era de lo más sencillo, al contrario que en la zona de conciertos), al final gracias a las caritas de pena de Juan consiguió una entrada gratis, comprando solo 2 entradas más, encima les salió más barata que a Luis y a mi...cabrones....tirando las tiendas literalmente,en vez de montarlas, (que alguien me explique como una tienda-igloo puede montarse en curva,con esquinas) nos pusimos a entonarnos para empezar el festival con Extremo...conciertazo,sin más.



Comenzaba lo que iban a ser 3 dias de conciertos, viendo esa misma noche a Doctor Deseo, que no me moló mucho, ni cuando intentó imitar malamete a spiderman, menos mal que para irnos con buen sabor de boca vimos a Los Delinqüentes, para cuando terminaron nos fuimos a las tiendas a beber para irnos de rave, cosa que no sucedió, estabamos demasiado agusto ahi tirados. Cuando nos acostamos con el sol asomando sólo teniamos una preocupación, si nos dejaría dormir el calor, aparte de como pasariamos la larga mañana del dia siguiente al sol hasta que empezasen los conciertos, todo salió genial, en la zona de acampada habian montado unas cuantas lonas gigantes que hicieron que pudieramos dormir hasta la 1, a partir de esa hora si pegaba bien el sol, asique decidimos ir a la playita, que decisión más correcta! Allí practicamos un poco de lucha libre, ya que en el Viña no ibamos a verla, gané yo, por supuesto, fué llegar y ya estaba rodeado de ciclados ("en Valencia sólo hay ciclaos y bakalaeros", Luis) ofreciendome ciclos...fué custión de segundos....magnífico. Nos fuimos para llegar a tiempo a prepararnos para una larga noche de conciertos y de fiesta, eso si, con nuestro colorcito rojo guiri, menos Luis y Juan, que deben darse rayos durante el invierno.
Los primeros que vimos fueron Barricada, que me parecieron grandísimos, mira que me parecen más cascaos que el Rober y como lo dan todo en el escenario.



Cuando terminó nos fuimos corriendo a ver a Nach, que protagonizó uno de los grandes momentos del festival cuando se encontró con Luis, para no olvidar como el tio de Nach se hacia miles de fotos con Luis.



En cuanto al concierto me gustó, dentro de lo que me puede gustar un concierto de rap. Al terminar empezó Canteca, que nos encantaron, como todos los conciertos a los que hemos ido de ellos, más tarde,de fiesta, nos encontrariamos con dos integrantes del grupo, mientras los demás dormian para actuar al dia siguiente en Guadalajara, y nada, correteamos alado suyo con la cancion de Beny Hill tocada por Jorge con el cazú. Cuando terminó el concierto pudimos llegar al final del concierto de Rosendo, decir que fuimos por petición mia, y esque como ir a un festival al que va Rosendo y marcharte sin escuchar, que menos, el Maneras de Vivir...los pelos de punta, eso si, el tio parecia un muñeco, no se movió ni pa endrogarse!



Dejando por el camino grupos como Muchachito, Los mojinos o La Pulqueria, nos fuimos a beber algo a las tiendas para salir esa noche en busca de las raves, al final los maderos las habian quitado todas,la más cercana a 7 km, asique después nos quedamos en la rave falsa que montaron dentro del Viña, encuanto a la musica que pincharon...estabamos en Valencia....



mientras bebiamos pudimos sentirnos por una noche como Dioses, y esque empezó a llegar gente y gente y gente....que nos pagaron el rato, luego ya nos encargamos de hacer criba. Como en todo momento, siempre hay un punto de inflexión, y este se produjo cuando me sentí como Jesucristo al verme rodeado de 12 chavales de 16 años y yo en medio de todos ellos, que, ayudado por mis 4 aprendices, les enseñabamos sobre las verdades de la vida, el porqué de las garrafas de 5 litros de vino, la comodidad que son unas Converse falsas, el rico sabor de la cevada, en fin, toda nuestra sabiduria. Nos pagaron con hielos, refrescos, medias noches y una botella de Beefeater que tomamos a palo seco y casi nos deja como la mojama. Ese día nos fuimos a dormir algo tostados, todos y cada uno de nosotros, no sin antes asistir a un combate de rap entre un chaval que hacia piruetas en el aire y Luis, escalofriante....También nos hicimos colega de un pasao de M que nos dió un regalito para que pudieramos dormir bien...



El día siguiente no podia ser menos que el anterior, asique un grupo de madrugadores exploradores trajeron noticias frescas, una piscina municipal a 3 minutos andando, o a tiro de gapo como diria Lautaro. Alli sentimos otra vez el efecto refrescante del agua, bien escaso en el festival, y de unas duchas calentitas. Ese dia empezamos a sudar bien prontito, las 18:00 cuando empezó a tocar Quinto Parpadeo, pese al calor lo pasamos muy bien,y se escuchaban genial,en primera fila.



Les siguió el que seriá el grupo que más me gustó del Viña, Hora Zulú, que gran puesta en escena del cantante, tiene pinta de ser un jachondo.



Después nos dimos un descanso reponedor, nos esperaba el final del festival, allí acudimos a las 00:00 a ver a Nofx, grupo desconocido para mi y que habrá que escuchar con más detenimiento. Les siguieron Bersuit, Amparanoia y Obrint Pas, de los primeros decir que no eran muy conocidos, pero creo que estos no se fueron con mal sabor de boca, alguna canción melosa, eso si, pero con sus momentos de bailar y bailar!! De Amparanoia decir como en una de sus canciones: "Bueeen rollitooo". De cierre estaba Obrint Pas, otro de los que tenia ganas de ver, y la verdad que la musica que hacen está muy bien.



Pudimos y debimos, ver el cierre de festival en el otro escenario, en el que estaba Barón Rojo, al menos lo escuchamos desde las tiendas y me animaron bastante.

Y aquí termina el Viña Pipi 2008.


domingo, 1 de junio de 2008

Fiesta Eurovisión

Bueno bueno,y yo que pensaba que ibamos para animar a Chikilicuatre, y cuando nos dimos cuenta ya casi estaba terminando Eurovisión....la culpa fué de un grupo reducido de personas que se hicieron de rogar y provocaron el ansia de beber del resto de personas antes de cenar, terminando como se terminó, en el jacuzzi jamaos como ratas. He llegado a la conclusión de que lo que nos gusta es disfrazarnos, aunque nuestro disfraz particular nos dure media hora, siempre habrá una peluca por ahí que ponerse encima, y como ejemplo pongo a Luis, que usó 3 disfraces diferentes esa noche, lo que no impidió unos bailoteos con el Deivid. De entre todos los disfraces cabe destacar el de Jorge y Manolo, auténticas Azúcar Moreno por una noche, tan bien estaban que más de uno terminó pidiéndolas el teléfono.



Y esas Supremas....que decir de sus enormes...bailes...



La noche me dejó claras unas cuantas cosas,primero que no se pueden usar las escaleras de Jordi en una fiesta en la que se mezclan alcohol y jacuzzi,porque puedes terminar andando descalzo y rajandote un pie,dejando las escaleras como las de la peli de Rec,en cuanto a sangre se refiere....segundo que no se puede poner uno a elegir disfraz dos horas antes y con resaca, verdad Fili??,



y tercero, lo que para mi fué la frase de la noche, se produjo de labios de Azahara hacia las dos amigas de David: "y vosotras de que vais disfrazadas?".

Fotos

Lo prometido es deuda

Como os dije hace unos dias,he estado preparando la solución al Cubo de Rubick en 5 segundos...y aqui está!!!

miércoles, 21 de mayo de 2008

Mi pajarraco

Como muchos de vosotros sabreis hace mucho tiempo que estaba hasta la polla de mi pajaro desagradable,ese que algunos de vosotros habeis escuchado cuando me llamais por telefono y al que muchos otros nos ha jodido en más de una resaca.Pues todo esto va a cambiar debido a que he descubierto que canta asi porque no le hemos enseñado otra cosa, ya vereis cuando os reciba con la internacional o con el himno del atleti....
Os dejo una demostración de lo que llegará a ser....

lunes, 19 de mayo de 2008

Recordando fiestas pasadas

Con esta mierda del tuenti a uno ya no le quedan ganas de publicar entradas, asique he decidido realizar un recopilatorio de fotos y videos de fiestas o viajes pasados de los que más creo que merecen la pena:
primero alguna fotito chula del viaje a donosti,como la de "la última cena", o comida, o alguna puesta de sol que acompañamos con unas cañas y unas tapitas.Entre ellas está la foto que más nos impactó, camino a Bilbao, y esque quien se iba a imaginar que existen colegios de esclavas infantiles en el Pais Vasco, fijaos en lo que pone en la parte izquierda del cartel.....








También está el video del Concierto callejero en Donosti, ese en el que hasta les dan unas moneditas en agradecimiento, ese en el que hasta Makelele está bailando, ese que aglomeró multitudes de personas...




El último finde fueron dias de conciertos, el jueves fuimos al Universimad,en el paraninfo,y pudimos ver entre otros a Asian Dub Fundation y a Muchachito Bombo Infierno, claro que no todos los grupos estaban a la altura y entre el aburrimiento y el alcohol que iba regando los cuerpos surgieron fotos como esta:


El viernes tocó ir a ver a "El Sombrero del Abuelo", que por falta de tiempo tocaron muy pocas canciones y casi nos gustó más el concierto anterior, de "Watcha clan".Otra de las fotos recordatorio de ese día: